martes, 12 de febrero de 2019
¿Qué nos ha pasado?
Tampoco es que nos hayamos querido tanto como para ponerse a llorar ahora. El miedo. El puto miedo siempre fue nuestro tercero en discordia por el que se joden todas las relaciones, el que tiene la última palabra y te hace ser infiel contigo mismo. Por eso, ahora no vengas con eso de "tendría que haber apostado más, haber sido más valiente.." porque tu y yo sabemos que no funcionaría, que jamás habríamos sido lo que buscamos, que tenemos pánico a atarnos y a los "te quiero" que salen del pecho, de una manera u otra nos habríamos hecho daño sin querer y sin motivo. El corazón nos habría jugado una mala pasada, y créeme si te digo que no habríamos tenido las ganas y el valor de soportarlo. Asumamos que no servimos para eso de demostrar más amor por el otro que por nosotros mismos. Que la vida nos ha acorralado en el montón de los "sin compromiso" antes de preguntarnos que si querríamos algún día desvivirnos por alguien. A veces, siento que voy a contracorriente y que me miran de reojo por volar de aeropuerto en aeropuerto. Nunca digas " no me gusta" si no lo has probado, y eso me pasaba contigo. Y caí, qué pena que seas como yo, ese alma gemela que todo el mundo anda buscando ansiadamente, y de la que yo me escondo. Porque sé que nunca nos hemos querido, mejor dicho, nunca nos hemos dejado querer. Y aquí estamos, alejándonos y sin saber cuándo hay que llorar en las despedidas.
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