martes, 11 de septiembre de 2018

Huyendo conmigo de mi.

No creo mucho en lo circular, ni en lo enlazados que podemos estar con una persona o cosa.  Nos pasamos toda la vida huyendo. Desde pequeños huimos de los monstruos que hay en cualquier lado de la habitación. Cuando crecemos ansiamos dejar nuestra casa y volar alto. Cuando nos hacemos mayores nos pasamos la vida deseando volver. Sobretodo a casa. Lo puedo ver en los ojos de todas las personas cuando están tristes. Es ese brillo apagado antes de romper a llorar. Lo vi en los ojos de A cuando la tormenta estallo fuera " Yo tan solo quiere irme a casa". Ahí estaba la frase cumbre de nuestra conversación. Pero llevaba razón, por eso siempre que llueve dentro de mi, me imagino volviendo a mi casa.

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