jueves, 21 de diciembre de 2017

Quién sabe tal vez volvamos a vernos, tal vez en un tiempo estemos a prueba de fuego ( de miedo) y en algún momento estemos a prueba de orgullo y de ego. Tal vez entonces, y solo entonces, estemos  preparados para querernos bien y en ese mejor de los casos, tal vez el destino se compadezca de nosotros y nos situé en el punto de partida del tablero. Puto juego y maldita la casilla en la que coincidí contigo. Tal vez la vida nos otorgue el privilegio de que una casualidad nos guía un día a la misma calle, del mismo día, de la misma hora de la misma ciudad. Produciendo así un terremoto de magnitud 10 en la escala de Ritcher. Tras el temblor momentáneo que se produciría al encontrarnos volveríamos al sentir el suelo poco a poco a nuestros pies y la presencia de gente en las calles ajena ante ese desastre natural. Rebobinaríamos el tiempo y hablaríamos de nuestras vidas, de como nos va. Así es, le sacaremos brillo a nuestro escaparate luciendo una felicidad maquillada con supuestos éxitos. Fardaríamos de una felicidad que es falsa e inestable, créeme se encontraría muy lejos del tipo de alegría que experimenté siendo nosotros. Repasaríamos nuestras vidas e intentaríamos ralentizar el tiempo. Tal vez algún día nos encontremos y al despedirnos nos repetiríamos a nosotros mismos esa misma frase una y otra vez con la intención de algún momento de llegar a creerla. 

Es mejor así. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario