domingo, 19 de enero de 2014

La primera vez que pisé París  pensé "Qué frío" , deambulaba por el aeropuerto esperando a alguien que nos llevase a nuestro hotel , mientras mis padres se quedaban en un sitio fijo . Al cabo de una hora y media junto a un montón de personas esperando , el autobús de disney se paró y mientras unos metían las maletas , otros subían , otros buscaban a sus hijos y familiares ,  yo  me preocupaba por pillar ventanilla para ver como era . Tras el trayecto de dos horas me dí cuenta de que  las afueras de París eran tan hermosas como la propia ciudad en si ,  una gran masa de hierba , árboles , y montes se extendía hasta donde me llegaba la vista . Y por fin , llegué , Disney . A pesar del cansancio tras haber viajado de noche , creo que cuando entré por la puerta de ese gran hotel rosa que conducía al parque , volví a ser niña , volví a creer que la magia existía y diney se encargó de demostrármelo los días que estuve en su parque . Todavía lo recuerdo de memoria , la calle principal  con sus tiendas , y cafés antiguos donde servían buenos chocolates calientes , las atracciones , Mickey , y el castillo que toda princesa deseaba tener , allí no pasaba el tiempo , no importaba nada , pues todos éramos niños.  Pero sin duda quién me enamoró fue París , sus calles , avenidas , bulevares . Lo primero que pisé de París fue el Louvre donde me sentí toda una artista , y lo segundo , mi amada Torre Eiffel, recuerdo perder la cuenta de los puentes que había en esa ciudad llena de bullicio y de vida para cruzar . Me planté en frente de la torre eiffel y me sentí inmensamente pequeña , recorrí los campos eliseos como toda una turista . Subí a la Torre eiffel y me sentí la persona más poderosa del mundo allí arriba , descubrí que por muy pequeña que pareciese París arriba  podías alzar la vista hacia el horizonte y seguía extendiéndose.  Monté en batomouche por el río Sena , y fue ahí donde supe que París me había conquistado mientras veía esas pequeñas calles de piedra , Notre Dame , mientras las canciones de Edith Piaf como "La vie en rose " o "non je ne regrette rien" sonaban en aquel barco bajo el cielo encapotado de París, que bella es aquella ciudad . Me perdí por las calles de París , comí comida francesa , pasé por el Arco del Triunfo , pasé por las grande avenidas de Channel , Louis Vuitton y demás diseñadores de la moda. Obviamente no me atreví a pasar a esas tiendas . Lo tuve claro cuando me marché de París.
Volvería siempre que pudiese.

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