Pasará el tiempo y observarás la tormenta como un simple nubarrón de lo que en realidad fue. Un terrible huracán que te dejo desnuda ante el mundo. El invierno se derretirá con los primeros rayos de sol primaveral, y todo seguirá su curso. Algo que parecerá molestarte, porque habrás pasado por esa etapa de "sin esa persona , yo no sigo", te habrás comportado como un adolescente hormonado que no hace las cosas porque no le da la gana. Habrás abrazado a la tristeza y habrás querido esperar. Pues es la siguiente etapa: revelación, y sublevación a la espera. No puedo prometerte nada, porque cada uno libra sus batallas como quiere (puede). Te aseguro que llegará el día que decidirás perdonar todo. A ti, a esa persona, y a todos los errores. Verás tu pasado desde otra lupa muy distinta, y tocarás tu cicatrices que dicen "Mira, aquí, amé". Perdonarás. Lo que quiero decirte es que de todo se aprende, incluso de la persona que te causo más daño, el dolor es inevitable cuando el alma se te rompe, pero el aprendizaje es necesario. Será un lección más, la cual muchos años después recordarás entre risas o con nostalgia, ya no dolerá tanto. Ya no será nada.
Las personas son trenes de carga, aportan, y algunas, tristemente, se van. Creeme, a veces, te preguntarás qué estará haciendo, o cómo actuaría esa persona ante cierta situación. Recordar no es malo, vivir del pasado sí. Por eso aprendemos, y llegará en el momento en el que recordemos todo sin resentimiento entendiendo porqué sí o porqué no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario